Oftalmopatía de Graves
La enfermedad de Graves-Basedow es la causa más frecuente de hipertiroidismo. Aproximadamente la mitad de los casos cursan con afectación ocular además de la propia alteración tiroidea, llegando en ocasiones a afectar gravemente a la calidad de vida de las pacientes. En este artículo hablaré de las principales características de este problema ocular relacionado con el tiroides.
¿Qué es la oftalmopatía de Graves?
Es una inflamación de los tejidos que rodean a los ojos que aparece en algunos pacientes con enfermedad de Graves.
Por fortuna, aparece en menos del 50% de los pacientes y lo más frecuentes es que sea leve y resuelva de forma espontánea sin complicaciones. Aunque se debe tener en cuenta que la gravedad de los síntomas oculares no se relaciona con la gravedad del hipertiroidismo.
Puede aparecer meses antes o después, o al mismo tiempo que la alteración tiroidea pero raramente aparece pasado ese tiempo.
¿Qué síntomas provoca?
Los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Sensación de irritación o sensación de arenilla en los ojos y sensibilidad a la luz
- Enrojecimiento del ojo (conjuntiva)
- Lagrimeo excesivo o sequedad ocular
- Hinchazón y enrojecimiento de los párpados
- Desplazamiento hacia delante o abultamiento de los ojos (proptosis)
- Dolor opresivo sobre el ojo o detrás del ojo
- Dolor con los movimientos oculares
En los casos más graves también puede aparecer dificultad para mover el ojo, visión doble, cierre incompleto de los párpados (puede provocar ulceración de la córnea), y rara vez, pérdida de la visión por afectación del nervio óptico.
¿Cuál es la causa?
Forma parte de la enfermedad de Graves y se relaciona con moléculas inflamatorias que atacan a los tejidos perioculares y provocan su crecimiento e inflamación. En ocasiones, también puede aparecer en el hipotiroidismo autoinmune.
No conocemos la causa exacta pero sabemos que es más frecuente y que evoluciona peor en pacientes fumadores. También evoluciona peor cuando las hormonas no se controlan correctamente o si administramos yodo radiactivo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico habitualmente es clínico. Lo solemos realizar al detectar la enfermedad tiroidea, en la entrevista clínica y la exploración física.
En ocasiones pueden ser necesarias pruebas de imagen como TAC o resonancia magnética.
Es importante valorar si la enfermedad ocular está activa. Lo hacemos mediante el CAS (Clinical Activity Score). Si la enfermedad está activa, es necesaria la valoración por un oftalmólogo para decidir el grado de gravedad y el tratamiento necesario.
¿Como se trata?
Existen diferentes modalidades de tratamiento que dependen de la gravedad de la afetacion ocular. La decisión debe ser individualizada.
Forma leve
El objetivo es proteger los ojos y aliviar los síntomas inflamatorios:
- Usar gafas de sol para proteger los ojos del sol y del viento.
- Lagrimas artificiales o suero para lubricar los ojos. Ayudan a aliviar la sequedad y el picor. Se recomiendan colirios puramente hidratantes, sin sustancias vasoconstrictoras.
- Oclusión ocular con parche. En caso de que no se puedan cerrar los párpados completamente es recomendable poner un parche o aplicar un gel lubricante antes de acostarse para evitar que aparezcan úlceras corneales.
- Elevar la cabecera de la cama. Mantener la cabeza más alta que el resto del cuerpo reduce la inflamación y alivia la presión en los ojos.
- Aplicar compresas frías en los ojos. Alivia los síntomas.
Forma moderada-grave “activa”
El objetivo es suprimir la actividad inflamatoria de la enfermedad para limitar el daño que esta puede provocar:
- Corticosteroides vía oral o endovenosos. Se administran a dosis altas, por lo que solo los utilizamos para frenar la actividad en casos graves.
- Radioterapia. Si no ha sido efectivo el tratamiento con corticoides.
- Cirugía de descompresión. En casos urgentes cuando hay compresión del nervio óptico y existe una amenaza para la visión
- Otros tratamientos menos utilizados:
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- Tratamientos biológico. Son anticuerpos fabricados mediante ingeniería genética.
- Selenio
- Análogos de somatostatina. Octreotide
Secuelas
Tras la fase inflamatoria, la enfermedad queda inactiva (ya no progresa más) pero pueden quedar secuelas que será necesario tratar:
- Prismas: Un tipo de gafas para tratar la visión doble.
- Cirugía rehabilitadora del párpado. Si los párpados han quedado retraídos y no cierran adecuadamente, es necesario corregir el defecto.
- Cirugía del estrabismo. A veces, el tejido cicatrizal de oftalmopatía de Graves puede causar que uno o más músculos del ojo se acorten y provocar estrabismo. Puede ser necesaria más de una intervención para corregirlo.
- Toxina botulínica. Es una alternativa menos invasiva a la cirugía rehabilitadora.
¿Qué esperar a largo plazo?
La gran mayoría de las veces, la afectación ocular es leve y suele mejorar a lo largo del primer año.
La fase inflamatoria (enfermedad activa) suele durar un año aproximadamente. En este tiempo intentaremos frenar la actividad para minimizar el daño.
Pasado un año, o cuando la actividad cesa, hay que revalorar la situación oftalmológica. En raras ocasiones quedan secuelas que necesitan tratamiento (ver sección anterior)
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