Qué bonito es el amor ❤️
Esa necesidad de querer ver en todo momento a la otra persona.
Ese sentimiento de que él o ella son perfectos y que hasta sus defectos te encantan.
Todo esto es un truco de tu cerebro.
Manipula tu conducta para que hagas cosas que, en teoría, son importantes.
Sucede con el amor y sucede con la comida. En este correo te desvelo 2 trucos de tu cerebro qué puede volverse en tu contra.
Empiezo hablando del amor.
🔥 Una sopa de hormonas
Cuando encuentras una posible pareja tu cerebro te envuelve en una agradable sopa de hormonas que altera tu conducta.
Actúan como una droga que te ciega ante los defectos de tu pretendiente y lo hace por un noble objetivo: que te emparejes.
Si luego sale rana, ya es otro tema.
🍽️ Y lo mismo sucede con la comida
Cuando tienes hambre tu aparato digestivo y tu cerebro te inundan de hormonas que, sorpresa, también modifican tu conducta.
La razón queda a un lado y prima el instinto. Pierdes el control.
Y en este estado, lo normal es que tomes malas decisiones nutricionales:
> Comes de más
> Eliges el plato más calórico
> ¡Camarero! Otra caña y un poquito más de pan, por favor.
Seguro que te ha pasado mil veces.
No te culpes. Ahora ya sabes que es un simple truco de tu fisiología para conseguir un objetivo: Que no te desnutras.
Y es un truco muy muy potente. Casi irresistible. Peeero….
💡 Siempre puedes hacer algo para mejorar
No digo que sea fácil, ni perfecto, pero existe una pequeña salida.
Pensar en frío, planificar, adelantarte a ese momento en el que la droga del apetito no te dejará pensar.
Te doy algunos ejemplos:
Ese día en el que sales tarde de trabajar y te comes un bocadillo gigante:
→ Déjate algo listo el día previo.
Ese viernes de pizza que llevas meses intentando eliminar:
→ Planifica una alternativa que sea apetitosa pero algo más ligera.
Esa comilona de fin de semana de 3500 calorías:
→ Decide tu menú antes de sentarte en la mesa, cuando todavía no tengas hambre.
🔮 Piensa esto
Si hubieras sabido de antemano que ese novio te iba a hacer tanto daño, ¿No hubieras evitado la oportunidad de enamorarte?
Si sabes que esa comida te va a hacer daño, no dejes que llegue el momento en el que tus hormonas decidan por ti.
Adelántate. Toma tu decisión cuando todavía puedes pensar con claridad.
¡Que pases un feliz día!